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jueves, 14 de abril de 2016

DIÁSTASIS ABDOMINAL, ¿QUÉ ES Y CÓMO SOLUCIONARLA?



¿Has oído hablar de la diástasis abdominal? ¿Sientes que los músculos de tu abdomen están más separados de los normal? ¿Al realizar un esfuerzo (como incorporarte de la cama) parece que "algo" sale hacia fuera en la zona de tu ombligo? Entonces este artículo te puede interesar...


¿Qué es la diástasis de rectos?

La diástasis de rectos o abdominal es la separación de los músculos rectos del abdomen como consecuencia de un daño en el tejido conectivo que, en condiciones normales, los mantiene unidos entre sí y a la línea media del cuerpo, denominada línea alba.

La diástasis es un problema funcional más frecuente de lo que puede parecer. Todos podemos llegar a padecer esta patología, independientemente de la edad, de si eres hombre o mujer, si practicas o no deporte...

Es cierto que hay un período en la ida de la mujer que aumenta la posibilidad de sufrir la diástasis y es el EMBARAZO. Un 66% de las embarazadas tienen diástasis en el tercer trimestre. 


¿Para qué sirven los rectos del abdomen?

Los rectos abdominales son los músculos que forman la famosa "tableta". Estos músculos están unidos entre sí por un tejido conjuntivo fibroso rico en colágeno y van desde la parte anterior de las costillas hasta el pubis, es decir, ocupan toda la parte anterior del abdomen.

La función de estos músculos es la de mantener el cuerpo erguido, permiten la flexión del tronco cuando se contraen a la vez y la inclinación cuando se contrae uno solo. También limitan la inspiración y favorecen la espiración durante el ciclo respiratorio. 

¿Qué relación existe con el suelo pélvico?

El embarazo tiene una influencia importante sobre el suelo pélvico. Además, los músculos del suelo pélvico no actúan de forma independiente sino que necesitan la ayuda del diafragma, la columna lumbar y la pared abdominal. Es necesario que todos estos elementos funcionen al unísono ya que un fallo en alguno de ellos repercute en el resto. 

Por eso, si tras dar a luz te han diagnosticado o sospechas que puedes tener diástasis abdominal, la recuperación de tu abdomen y la estabilidad de tu core van a ser el primer objetivo de la rehabilitación postparto de tu suelo pélvico. 

El core o núcleo es el área que engloba toda la región abdominal y la parte baja de la espalda. Es algo así como la "faja" de nuestro cuerpo que sujeta nuestros órganos. El PILATES basa su actividad en el trabajo de este núcleo por lo que es una actividad beneficiosa para toda la zona abdómino-pélvica. 

Factores de riesgo de la diástasis 

  1. Aumento de peso: los aumentos excesivos de presión en la cavidad abdominal provocados por el incremento de peso puede provocar que la línea alba se dañe al no soportar la tensión a la que está sometida
  2. Embarazo: durante la gestación se produce una respuesta fisiológica en el cuerpo de la embarazada para brindarle espacio al bebé. Tiene lugar una gran distensión de los tejidos de la pared abdominal y, además, hay un importante cambio hormonal que altera la composición del colágeno y debilita el tejido que une los rectos. Los embarazos múltiples, los bebés de mucho peso o una embarazada con poco tono muscular son factores de riesgo.
  3. Parto: los partos complicados con muchas horas de pujo también pueden dañar este tejido. Y las cesáreas no son garantía de no padecer diástasis. 
  4. Trabajo abdominal: cuando ejercitas los rectos del abdomen se aumenta la presión en el interior del abdomen, algo que también sucede cuando realizas grandes esfuerzos mantenidos como cargar pesos. 

¿Por qué es perjudicial la diástasis abdominal?

La diástasis no es solo un problema estético debido a su aspecto de abdomen flácido y descolgado, del que incluso "salen bultos" cuando realizas un esfuerzo.
La diástasis también es un problema funcional, ya que hay una importante relación entre la diástasis y las disfunciones del suelo pélvico como la incontinencia urinaria, los prolapsos o el dolor pélvico. 
La diástasis también se relaciona con:
  • una mala estabilización del centro corporal, del core, lo que repercute en el mantenimiento de la postura
  • dolores de espalda
  • problemas digestivos: gases, estreñimiento...
  • posibilidad de herniación de las vísceras abdominales

¿Cómo se si tengo diástasis?


La valoración manual por parte de un fisioterapeuta es suficiente para confirmar la existencia o no de una diástasis pero el diagnóstico puede completarse realizando una ecografía de la pared funcional.

¿Cómo puedes hacerte tu sola el test? 
Te tumbas boca arriba en una superficie estable con las rodillas flexionadas y los pies apoyados. Realiza un abdominal tradicional (levantar cabeza y hombros hacia las rodillas). Palpa con las yemas de los dedos la línea que queda entre los rectos del abdomen. Si entre estos músculos hay una separación de más de dos dedos o 2.5 cm podemos decir que existe una diástasis de rectos. 

ESTE TEST ES ORIENTATIVO YA QUE NO SUSTITUYE LA VALORACIÓN DE UN PROFESIONAL

¿Cómo solucionar la diástasis abdominal?

La diástasis de rectos se puede mejorar, el éxito del tratamiento dependerá de la distancia de separación, en anchura y profundidad que haya entre los músculos. 

Además de ponerte en manos de un profesional que valore tu diástasis y diseñe un plan de tratamiento adaptado a tus necesidades, puedes poner en práctica estas recomendaciones que te ayudarán, por lo menos, a no aumentar la separación de tus rectos abdominales.

  1. Fin a los abdominales tradicionales: hay muchas mujeres que piensan que la forma de reducir el perímetro abdominal y perder la grasa acumulada consiste en realizar muchos abdominales. Los abdominales tradicionales son aquellos que flexionas el tronco y se aproximan las costillas a la pelvis y están PROHIBIDOS si tienes diástasis. Este tipo de ejercicios son un peligro para tu suelo pélvico (especialmente si éste está débil). Si tienes diástasis, lo único que vas a conseguir con los abdominales tradicionales es aumentar la separación entre los rectos. 
  2. Tonifica el músculo transverso del abdomen: es un músculo abdominal profundo que separa las vísceras de la "tableta". Por esto hay que trabajarlo a conciencia para recuperar la funcionalidad abdominal. 
  3. Evita valsalvas: esto son los esfuerzos en apnea (aguantando la respiración). Hay que evitar todo lo que suponga un aumento de presión en el abdomen como realizar esfuerzo para defecar, coger pesos o levantarte de la cama sin ponerte de lado primero.
  4. Acaba con el estreñimiento: es uno de los peores enemigos del suelo pélvico, y en caso de tener diástasis, hay que evitar los esfuerzos defecatorios ya que suponen un aumento de presión abdominal que puede hacer que aumente la separación entre los rectos y perjudicar a los músculos del periné. 
  5. ¿Otro embarazo antes de la recuperación? NOOOOOO. Dale a tu diástasis el tiempo y los cuidados necesarios para recuperarse. Una vez estés recuperada, ponte en manos de un buen profesional para llevar a cabo una buen prevención y evitar que la diástasis vuelva a aparecer.
  6. Gimnasia Abdominal Hipopresiva: para recuperar la función abdominal necesitamos trabajar la cincha abdominal. Realizando este tipo de actividad te mejorarán tanto la musculatura profunda del abdomen como los músculos y tejidos del suelo pélvico. 
  7. Electroestimulación: es otra de las técnicas de la fisioterapia de suelo pélvico y tiene como objetivo intensificar el entrenamiento de los músculos profundos del abdomen. Además si tu suelo pélvico se ha visto perjudicado debido a la diástasis también podemos mejorar la contracción de los músculos perineales con esta técnica. 
  8. Uso de fajas específicas: la mejor faja que existe que puedes llevar 24 horas al día es la activación del core, tonificando el transverso del abdomen como acabo de mencionar. Sin embargo, si el transverso está débil y el tejido fascial lesionado, existen fajas especiales diseñadas para el tratamiento de la diástasis que están dando buenos resultados y que tienen como finalidad aproximar los rectos del abdomen para que cicatrice la linea alba. Pero es importante que su uso vaya acompañado de un programa de entrenamiento de la musculatura profunda del abdomen
  9. Cirugía: es el tratamiento en los casos más severos, que no avanzan tras un programa de recuperación guiado por un especialista, que hay dolor al contraer la musculatura abdominal, si los problemas de incontinencia persisten o si la lesión de la pared anterior es importante. En caso de recurrir a la intervención, la fisioterapia sigue siendo importante; antes para que la musculatura llegue en el mejor estado posible y, después, favoreciendo la recuperación de los tejidos y reprogramando la cincha abdominal para que la diástasis no vuelva a aparecer. 



Por tanto, cualquier duda o cuestión podéis pasaros por la clínica ya que cuento con la formación necesaria para resolveros esta patología y ayudaros a que no vaya a más.





















jueves, 17 de marzo de 2016

TENDINITIS Y DEPORTE




La tendinitis es una de las lesiones más frecuentes en deportistas junto con las roturas de fibras y, en muchas ocasiones, condiciona el continuar con el ejercicio habitual e incluso puede cronificarse y dar más problemas



¿Qué es la tendinitis?

Para empezar hay que saber que el tendón es aquella estructura que une el músculo al hueso y que es de tejido conjuntivo de colágeno.

Una tendinitis es cuando hay un cambio en esta estructura de colágeno asociado a una inflamación de las estructuras que hay alrededor y a un aumento de la cantidad de sangre que llega al tendón en un intento del organismo de regenerarlo. 
Hay situaciones en las que no existe esta inflamación del propio tendón y pasa a llamarse tendinopatía


Tipos de tendinitis 

Dependiendo de la zona que esté afectada, la tendinitis se puede clasificar en:

  • tendinitis: está afectado el cuerpo tendinoso
  • entesitis: está afectada la zona de inserción del tendón en el periostio. El periostio es la membrana que rodea al hueso.
  • miotendinitis: afectado también el cuerpo muscular
  • tenosinovitis: está afectada la vaina sinovial del tendón (envoltura del tendón)
  • tendinitis nodular: es la secuela de una lesión localizada o una degeneración del tendón
  • tenosinovitis estenosante: está inflamada la envoltura sinovial por lo que hay dificultad para el paso del tendón y generando una tendinitis



Causas de la tendinitis 

Lo más frecuente es que existan varios factores que predispongan a sufrir esta patología.


    • causas mecánicas: se produce por un agotamiento funcional del tendón. También se le puede llamar tendinopatía por microtraumatismos.
    • deformidades anatómicas: causan una tendinitis cuando se asocian a una actividad deportiva que solicite al tendón 
      • trastornos estáticos de la bóveda plantar: pies planos, cavos, ...
      • desviación del eje de los miembros inferiores (genu varo o genu valgo) que provoca la desviación del eje del sistema músculo-tendinoso
      • deformaciones en la zona de inserción del tendón
    • causas relacionadas con la actividad deportiva: si el deporte es demasiado intenso se producen microtraumatismos que provocan lesiones. Hay varios aspectos a mencionar:
      • terreno: los suelos duros son mas perjudiciales que las superficies blandas, es decir, los deportistas que practican en terrenos artificiales tienen mayor probabilidad de lesiones que los que lo hacen en superficies naturales.
      • material: el calzado es muy importante en el ámbito deportivo, deben estar adaptados a cada deporte y a cada persona
      • dominio del movimiento deportivo: es importante en el esfuerzo muscular. Si se repite un mal gesto deportivo --> lesión
    • causas metabólicas: es importante tener una buena alimentacion e hidratación
    • causas vertebrales: algunas alteraciones vertebrales pequeñas favorecen la aparición de tendinitis
    • causas infecciosas: es importante la relacion entre la zona bucofaríngea y la tendinitis 
    • causa degenerativas: asociadas a la edad o envejecimiento del tendón como consecuencia de la repetición del gesto deportivo

Exploración clínica 

Es necesario realizar una historia clínica adecuada para precisar la causa de la lesión. Hay que inspeccionar la zona afectada en busca de una tumefacción o edema local en los tendones.
Los síntomas son:
  • el dolor aparece de forma progresiva y puede irradiar a la masa muscular
  • el dolor es máximo al inciarse el esfuerzo, desaparece mientras está "en caliente" y vuelve a aparecer tras el esfuerzo
  • la exploración busca la causa que puede provocar la lesión:
    • entrenamiento mal hecho por aumento de la intensidad o de la cantidad
    • terreno inadecuado
    • calentamiento mal realizado o inexistente
    • modificaciones de la técnica
    • cambio de material o material inadecuado
    • mala higiene alimentaria
  • la palpación del dolor provoca dolor y hay limitación articular con los movimientos pasivos

Tratamiento

Entre las diferentes medidas para el tratamiento podemos encontrar:
  1. Ttos profilácticos: realizar una adecuada prevención para evitar la aparicion haciendo consciente al deportista de la realización del correcto gesto deportivo, postura, alimentación... Los consejos dietéticos a seguir son: el deportista debe tomar una ración hídrica suficiente para compesar las pérdidas derivadas de la actividad física, es decir, 2-3 litros de líquido al día, preferentemente entre las comidas
  2. Factores tecnológicos: se trata de elminar del entrenamiento todos los métodos que puedan provocar una sobrecarga funcional del tendón. Además hay que insistir en la necesidad del calentamiento y los estiramientos. También hay que adaptar el calzado al terreno.
  3. Tto médico: el reposo es indispensable; puede ser reposo relativo (solo se suprime el movimiento deportivo causante de la lesión) o reposo deportivo absoluto
  4. Tto fisioterapéutico: el tto no se limita solo a los síntomas. 
                   -Masaje para posibles acortamientos musculares
              -Estiramientos
              -Puntos gatillo
              -Cyriax en el tendón y en sus inserciones
              -Equilibrio agonista-antagonista
              -Crioterapia: tiene un efecto analgésico, descongestiva y vasocontrictora en la primera etapa y, luego, vasodilatadora. Se mandan aplicaciones de 15 minutos varias veces al día protegiendo la piel
              -Calor: utilizado más bien en patología muscular por su acción analgésica
              -Electroterapia de baja frecuencia
              -Acupuntura 
              -Corrección del movimiento en la vuelta a la actividad deportiva















              







    martes, 5 de enero de 2016

    ARTRITIS REUMATOIDE

     ¿QUÉ ES Y QUÉ PODEMOS HACER LOS FISIOTERAPEUTAS?


    Cada día es más frecuente escuchar a la población que padece "nuevas" patologías y una de ellas es la artritis reumatoide pero, ¿sabemos qué es?

    ¿Qué es?


    La artritis reumatoide es una enfermedad  inflamatoria crónica de origen autoinmune, que produce inflamación de la membrana sinovial de las articulaciones y en los tejidos de alrededor. Es una enfermedad que comienza a mediana edad y afecta más a mujeres. Las articulaciones más afectadas son los dedos de las manos, muñecas, tobillos y pies.
    Se denomina enfermedad sistémica porque en ocasiones puede dañar órganos y sistemas. Se estima que afecta de un 0,2-2% de la población mundial. En los dos primeros años de evolución de la enfermedad, esta provoca daño articular grave e irreversible. El tratamiento temprano del paciente aumenta la probabilidad de controlar la inflamación y reducir los posibles daños estructurales.

    ¿Cuáles son las causas?

    Se desconoce la causa de la artritis reumatoide pero se sabe que es el propio sistema inmune del paciente el que ataca a las propias articulaciones por lo que a esta enfermedad se la encuadra dentro de las enfermedades autoinmunes.
    Se plantean una serie de posibles factores causales o participantes en la génesis de esta enfermedad:
    • Genética
    • Hormonal
    • Ambiental
    • Tabaquismo

    Síntomas

    La enfermedad comienza de forma lenta y en ambos lados del cuerpo por igual. En algunas personas aparece de forma leve y aparece por períodos más agudos con inflamación de articulaciones, en otras personas es permanente y continuo. Los síntomas iniciales pueden ser:

    • dolor articular leve
    • rigidez 
    • fatiga
    • rigidez matutina: es habitual que, con el tiempo, dure mas de una hora.
    • pérdida de movilidad
    • aparición de las deformidades
    • en las articulaciones más afectadas podemos notar: 
      • hinchazón
      • ardor
      • hipersensibilidad
      • dolor frecuente
      • enrojecimiento
      • dificultad a la movilidad
    • fiebre
    • poca energía
    • pérdida de apetito
    • anemia
    • dolor en el tórax al respirar
    • nódulos bajo la piel
    • dificultad para dormir
    • entumecimiento
    • ardor y hormigueo en manos y pies
    • sequedad y secrecciones en ojos

    ¿Cómo se diagnostica?

    No hay ninguna prueba actualmente que pueda determinar con certeza la artritis reumatoide. El médico se basará en la historia clínica y en el estudio físico. Para un mayor estudio se realizan rayos X de las articulaciones afectadas así como un estudio sanguíneo donde se puede estudiar el factor reumatoide y la proteína C reactiva. Para el diagnóstico de un paciente al menos tiene que presentar 4 de los 7 criterios que cito a continuación:
    1. Rigidez matutina de más de una hora.
    2. Artritis de 3 o más articulaciones.
    3. Artritis de las articulaciones de la mano.
    4. Artritis simétrica.
    5. Nódulos reumatoides.
    6. Factor reumatoide positivo.
    7. Alteraciones en Rx que incluya osteoporosis yuxtaarticular o erosiones.

    Tratamiento de la AR

    El tratamiento de pacientes con artritis reumatoide se va a centrar en:
    • la disminución del dolor
    • reducir la hinchazón
    • reducir o enlentecer el daño de la articulación
    • ayudar a las personas a mantenerse activas el mayor tiempo posible
    • aumentar su bienestar.

    Es importante la actividad física y el reposo, la actividad física ayuda a mantener el tono y la fuerza muscular así como un buen estado físico general. Se recomienda que en periodos donde no hay inflamación se realice el ejercicio físico, y en periodos de mucha inflamación permanecer en reposo.
    Desde la FISIOTERAPIA se puede trabajar de diferentes formas:
    1. Láser de baja potencia y TENS: disminuyen el dolor a corto plazo.
    2. La combinación de parafina y ejercicios activos también son eficaces contra el dolor.
    3. La aplicación de frío/calor.
    4. Uso de férulas para ayudar a mantener posturas y prevenir deformidades.
    5. Masoterapia y terapia manual. Se debe evitar en períodos de inflamación. Deben de ser suaves, superficiales y progresivas, tienen efectos sedativos, circulatorios y tróficos.
    6. Reeducación muscular. Se realiza mediante ejercicios isométricos de todos los movimientos posibles dependiendo de la articulación afectada. Estos ejercicios tienen la ventaja que como no existe movimiento articular en momentos de inflamación no están desaconsejados.
    7. Movilización articular. Es importante para mantener lo más flexible posible las articulaciones. Hay que prestar más atención a los períodos de inflamación. 
    8. Estiramientos. Para evitar contracturas y mantener la amplitud articular. Contraindicados cuando existe inflamación.
    9. Hidroterapia. El trabajo en piscina es muy recomendable en estados de inflamación, la flotación ayuda a proteger las articulaciones y facilita los movimientos.
    10. Ejercicio aeróbico: Puede ser caminar o montar en bici, ayuda a bienestar general y a mantener una salud física buena.

    Ya veis que es una enfermedad que "está de moda" y los médicos la suelen "diagnosticar" muy a menudo. En este campo el fisioterapeuta te puede ayudar a enlentecer el progreso de la enfermedad.