miércoles, 13 de enero de 2016

FASCITIS PLANTAR


OTRO MAL DE MODA 


Cada día escucho a más personas quejarse de dolor en la planta del pie que no mejora con antiinflamatorios y que no encuentra solución. Muchas de ellas se refieren a una FASCITIS PLANTAR. Para que sepamos mejor lo que es vamos a explicar las causas, el diagnóstico y el tratamiento a seguir.

¿QUÉ ES?

La fascia plantar es una estructura que hay en la planta del pie que también se conoce como el ligamente arqueado. Se origina en el calcáneo y va hasta los dedos.

La fascitis plantar es el dolor más común en el talón. Esto ocurre cuando la fascia provoca desgarros en los tejidos y, como consecuencia, produce dolor e inflamación.

Normalmente el dolor se encuentra cerca del punto de unión entre la fascia y el calcáneo, también conocido como hueso del talón. Aunque el dolor puede empezar en la parte interna del tobillo. 


CAUSAS

La fascia es como una goma elástica que se contrae y se relaja con el movimiento, a la vez que absorbe el peso y la presión. Debido a estas funciones, la fascitis plantar se puede dar por varias razones:
  • sobrecarga de actividad física o ejercicio: es de las más comunes. El exceso de ejercicios repetitivos como el correr, saltar,... provocan un esfuerzo excesivo del tejido y se pueden producir desgarros e inflamaciones con dolor moderado o severo. La fascitis es común en personas que practican atletismo, fútbol, tenis o baloncesto y es más propenso a sufrirla un aficionado que un profesional.
  • sobrepeso: hace que la fascia se elongue más allá de su límite para soportar la presión
  • retracción del tendón de Aquiles
  • mecánica del pie: tener pie plano o alguna alteración en la marcha (es la forma en que el pie toca el suelo al caminar) provoca que la fascia tenga un exceso de trabajo o un estiramiento anormal que lleva a desgarros e inflamación.
  • artritis: es la causa más común. Algunos tipos de artritis causan inflamación en los tendones dando lugar a fascitis plantar. Esta causa suele ser común en pacientes de edad avanzada.
  • diabetes: puede dar dolor en el talón y más daños pero no hay que confundirlo con la gota que afecta a pies y rodillas principalmente. 
  • uso de calzado inadecuado. Puede ser que el zapato no se ajuste adecuadamente o que no proporcionen un apoyo o amortiguación correcta. Por esta razón, la distribución del peso es mala y el estrés puede dañar la fascia.


FACTORES DE RIESGO

Por tanto hay varios factores que son predisponentes para sufrir esta patología:
  1. deportes y ejercicios regulares que pueden ejercer una gran tensión en el talón y los tejidos de alrededor.
  2. pie plano: se debería poner un relleno ortopédico para contrarrestar el estrés causado por la mecánica anormal del pie. 
  3. edad: según vamos envejeciendo el tejido se vuelve más débil y está más expuesto a sufrir daños. 
  4. peso: en los talones se absorbe gran parte de la presión del cuerpo cuando caminamos
  5. cambios hormonales: pueden llevar a que los tejidos se relajen y sean más flexibles
  6. uso de tacones altos: no sujetan de manera adecuada el talón y el arco plantar pudiendo derivar en una fascitis plantar


SÍNTOMAS

El síntoma más común es la sensación de ardor o de punzadas de dolor en el talón del pie. Esto suele ser frecuente por las mañanas porque el ligamento de la fascia se contrae mientras dormimos causando dolor al estirarlo cuando nos levantamos. El dolor suele disminuir a medida que el tejido se calienta pero suele regresar después de largos períodos de pie, de estar sentado o de actividad actividad física. 
El dolor es fuerte y puede llegar a ser insoportable, se siente en el momento del apoyo del peso y al llevar los dedos hacia arriba y estirar la fascia. 
El dolor se encuentra en la zona del talón, pero en caso más avanzados puede ir hasta los dedos del pie. 
Hay dos fases en la patología según la evolución:
  • en la 1ª fase: el dolor disminuye después de empezar el entrenamiento en los deportistas. Los adultos o personas mayores refieren que los peores momentos son el despertar o después de haber estado sentado mucho tiempo, con el tiempo de haber empezado a caminar el dolor disminuye hasta desaparecer.
  • en la 2ª fase: el dolor aumenta en intensidad y tarda más en disminuir, necesita media hora para que se pase al levantarse de la cama o al principio del entrenamiento, por lo que empezar a caminar o el deporte es cada vez más difícil. Suele ser complicado bajar por las escaleras y que el pie realiza flexión dorsal extendiendo así la fascia plantar. En una posición sentada o acostada no se perciben los síntomas. Hay edema en el calcáneo. El dolor conduce a una postura de apoyo del pie en desequilibrio que puede causar dolor de espalda o cuello. 


DIAGNÓSTICO

Es importante la historia clínica. Se buscan los síntomas presionando con el dedo la zona, valorando el movimiento, la sensibilidad, la longitud de los músculos de la pantorrilla. También hay que comprobar cualquier anormalidad anatómica como los pies planos o varos.

Hay que diferenciar esta patología de otras que pueden dar resultados similares como espolones calcáneos, bursitis calcánea, gota (si el dolor es bilateral) o una fractura. 

Si hay duda se hace una radiografía para descartar fracturas, analíticas para enfermedades como la gota pero las pruebas no pueden sustituir el examen clínico por parte el médico o fisioterapeuta. 


TRATAMIENTO

Hay casos que si la fascitis plantar no se trata o se hace incorrectamente, un dolor leve puede convertirse en un problema crónico ya que tener dolor en el pie puede modificar la forma de caminar y provocar patologías en otras estructuras como la rodilla, la cadera o dolor de espalda por que lo que el problema debe ser tratado lo antes posible.

Los tiempos de recuperación pueden variar ya que no todas las personas responden igual al mimo tratamiento. 

  1. Lo primero que hay que hacer es dejar la actividad deportiva durante la fascitis plantar para que no se agrave. 
  2. Una parte del tratamiento puede ser una ortesis (plantilla o soporte) para aliviar el dolor y ayudar a revertir el daño. Para casos más avanzados se suelen poner férulas durante la noche para mantener estirada la fascia y que no duela al levantarse.
  3. Estiramientos de gemelos
  4. Terapia manual con el fisioterapeuta. Se encargará de relajar todas las tensiones musculares circundantes, estiramiento de la fascia, movilizaciones en el rango adecuado del pie....
  5. Electroterapia: ultrasonidos para la inflamación
  6. Acupuntura 
  7. Por último está la cirugía en aquellos que tiene fascitis plantar crónica. No suele dar muy buenos resultados por lo que es importante hacer todos los pasos previos. 
  8. Tratamiento domiciliario: el paciente puede ayudar a la mejoría en su casa haciendo movimientos con una pelota de tenis debajo de la planta del pie para estirar la fascia o con una botella de agua congelada para disminuir la inflamación.











En resumen, el tratamiento consiste en acabar con la inflamación mediante la fisioterapia. 

PREVENCIÓN DE LA FASCITIS

La prevención es lo más importante en cualquier patología.
En la fascitis plantar consiste en:
- mantener un peso saludable para reducir la tensión en la fascia
-uso de calzado adecuado, deben de ser ajustados y con amortiguación suficiente. Se debe apoyar bien la planta del pie para que haya un reparto del peso.
-evitar calzado descalzo
-mantener los músculos de la pantorrilla y el tejido de los pies estirados. Una mayor flexibilidad hace que los tejidos sean menos susceptibles a los daños. 











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